A la hora de diseñar un Sistema Técnico en una fachada han de abordarse distintos aspectos que servirán de elemento conductor para la empresa responsable de su ejecución:
Criterios técnicos
No existen dos obras iguales. Cada obra, ya sea nueva o de rehabilitación, requiere de un exhaustivo análisis previo, para adaptar las distintas situaciones que esta presenta y elaborar el mejor proyecto constructivo posible.
Es necesario conocer la obra en profundidad, localizar los puntos críticos y entender todos los detalles de ejecución, para de esta forma obtener el máximo rendimiento final.
GECOL pone a su disposición un equipo de profesionales que le ayudarán a resolver cualquier cuestión relacionada con su proyecto de ejecución, además de una amplia gama de productos y soluciones constructivas diseñadas específicamente para la preparación y saneamiento de los soportes.
Trabajos previos de preparación
Se deben tener en cuenta aspectos como posibles patologías, problemas constructivos ocultos, además de hacer una planificación exhaustiva del estado del soporte con el fin de garantizar la máxima durabilidad del Sistema.
De forma habitual, en la renovación de fachadas sobre edificios ya existentes, suelen aparecer patologías relacionadas con el mal estado del soporte, tales como fisuras provocadas por la rotura del hormigón o degradación de las armaduras, desprendimientos, abolsamientos, humedades por filtración o remonte capilar, soportes de mortero o revestimiento poco estables, no adherentes o en malas condiciones, etc.
Las patologías descritas, no deberían ser enmascaradas y menospreciar, puesto que son muy importantes de cara al resultado final del Sistema Constructivo.
Elección del material aislante
El hilo conductor en un Sistema SATE es el material aislante. A menudo su elección está basada en criterios de conductividad térmica, sin tener en cuenta otras propiedades que pueden ofrecerlos distintos materiales aislantes, en base a su naturaleza y composición, resistencia frente al fuego, impermeabilidad, etc.
Será la dirección técnica la responsable de determinar el material a utilizar, así como su espesor, y lo hará a través de los programas de certificación y rendimientos energéticos.
Esta tabla muestra las características principales que ofrece cada Sistema en función del material aislante:
Complementos específicos del SATE
En una fachada nos podemos encontrar con diversas patologías y puntos singulares que deberán ser tratados previamente, además de remates que cobran gran importancia a nivel técnico.
Una buena ejecución de los mismos hará que el resultado final del proyecto sea excelente.
La adhesión de las placas aislantes sobre el soporte se hace con el mortero adhesivo GECOL Term y para ello se suelen emplear dos técnicas de colocación:
– Bordes perimetrales y puntos en su interior. Mediante este método se consigue una superficie de contacto entre el 50 – 60%
– Todo encolado, en donde la superficie de contacto con el soporte llega al 100%
Una vez adheridas químicamente las placas sobre el soporte, se colocarán los anclajes mecánicos.
GECOL dispone de una amplia gama de tacos de fijación mecánica.
Su elección dependerá del tipo de soporte, de la carga necesaria requerida y del método de colocación, bien sea en superficie o empotrado.
El siguiente paso consiste en la regularización del soporte con el mortero adhesivo GECOL Term, para proceder al armado completo Sistema, así como también el doble tratamiento que se ha de realizar en áreas de refuerzo en los puntos más sensibles, huecos en general (puertas, ventanas, etc.) o aquellas otras zonas susceptibles de generar tensiones o rigidez.
Para ello es obligatorio utilizar cualquiera de los productos de la gama GECOL Malla.
La gama de perfiles y complementos específicos para los Sistemas SATE es muy completa.
Están diseñados para tratar puntos singulares, remates, protecciones, juntas, etc. Su uso garantizará la calidad del Sistema de Aislamiento.
Se debe evitar en todo momento la presencia de agua en el interior del Sistema.
Para ello disponemos de masillas elastoméricas (gama G#color Elastic-MS), bandas selladoras, perfiles de cierre y de coronación.
En un edificio la fachada representa su sello de identidad, y es aquí donde los colores, texturas o volúmenes adquieren especial protagonismo.
En la tabla se muestran las múltiples posibilidades en la elección de la capa de revestimiento decorativo final:
* Recomendamos utilizar formatos no superiores a 3.600 cm2 y colores con coeficientes de absorción solar <0,25.
También los volúmenes representan otra importante propuesta de valor para la fachada, siendo una solución económica que ofrece grandes posibilidades en cuanto a diseño, alta resistencia superficial con un peso muy reducido y no necesita para su colocación de una mano de obra tecnificada.
Además, pueden ser una buena solución para ocultar defectos o instalaciones que se encuentren presentes en la propia fachada.
MANTENIMIENTO Y CONSERVACIÓN DE LA FACHADA
El lógico e inevitable envejecimiento que sufren las fachadas está provocado por la acción de la climatología, por el deterioro evidente de los materiales, y por qué no, por el mal uso que pudiera darse por falta de un mantenimiento adecuado.
Una fachada realizada con el Sistema GECOL TERM SATE es extraordinariamente duradera en el tiempo, puesto que los materiales que componen dicho Sistema están testados y certificados cumpliendo con los requisitos de la EOTA.
ACCIONES DE MANTENIMIENTO
Según figura en la Ley 38/1999 de Ordenación de la Edificación, en su artículo 16:
Los propietarios y los usuarios:
1. “Son obligaciones de los propietarios conservar en buen estado la edificación mediante un adecuado uso y mantenimiento, así como recibir, conservar y trasmitir la documentación de la obra ejecutada y los seguros y garantías con que ésta cuente”
2. “Son obligaciones de los usuarios, sean o no propietarios, la utilización adecuada de los edificios o de parte de los mismos de conformidad con las instrucciones de uso y mantenimiento, contenidas en la documentación de la obra ejecutada”.
En base a lo expuesto, se hace necesario realizar distintas tareas de mantenimiento:
Mantenimiento directo
– Eliminación de las manchas provocadas por escorrentías.
– Reparación de desperfectos ocasionados en la superficie debidos a la ejecución de obras posteriores en la fachada.
– Optimización energética mediante paneles aislantes adicionales.
Mantenimiento cada 3 años
– Regeneración óptica o de aspecto como consecuencia del envejecimiento o ensuciamiento.
– Limpieza y tratamiento de algas, hongos o microorganismos que se localizan principalmente en zonas umbrías.
– Mejora de la textura del revestimiento.
– Comprobación de la estanqueidad en sellados y juntas de dilatación.